Teoría y práctica de la recepción masiva de intoxicados en los hospitales

EDITORIAL

 

Teoría y práctica de la recepción masiva de intoxicados en los hospitales

 

Theory and practice of mass reception of poisoned patients in hospitals

 

 


Las sustancias químicas son parte esencial de la vida del hombre. En la mayoría de los casos, son necesarias para el mantenimiento y desarrollo de sus actividades, evitan y controlan muchas enfermedades, incrementan la productividad de la agricultura y facilitan la protección de los ecosistemas.

En la actualidad, gran número de sustancias químicas se encuentran comercialmente disponibles a nivel mundial, aunque los volúmenes de producción varían de un país a otro.

Cuba es un país del Tercer Mundo, que ha incrementado la utilización de sustancias químicas y ha decidido crear una infraestructura capaz de trabajar en la prevención de desastres naturales, químicos, radiactivos y biológicos, con el apoyo de organismos como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). En esta tarea, también juegan un papel primordial los órganos de la defensa civil.

Considerable es la experiencia acumulada en materia de desastres naturales, pero aún queda mucho por hacer en la prevención, preparación y respuesta ante los accidentes químicos. Para lograrlo, la actuación debe ser rápida y certera, dadas las características que les diferencia de otros tipos de desastres, entre las que sobresalen:

  • La exposición química, cuyos efectos predecibles para la salud dependen de las vías de exposición, duración y susceptibilidad individual.
  • Puede existir una zona tóxica a la que solo puede penetrar el personal que utilice ropa de protección completa.
  • Los individuos expuestos a los agentes químicos pueden constituir un riesgo para el personal de rescate, que podrá contaminarse secundariamente. Por consiguiente, debe llevarse a cabo una descontaminación inicial antes de que el personal expuesto reciba un tratamiento definitivo.
  • Los hospitales y las carreteras que conducen a estos, pueden estar localizados dentro de la zona tóxica, lo que hace necesaria la planificación de instalaciones médicas temporales en escuelas, centros deportivos, comerciales, etc.
  • En el caso de la existencia de muchos agentes químicos, posiblemente no exista un conocimiento general o completo de todas sus propiedades y efectos. Por consiguiente, se deberán identificar y establecer sistemas eficaces para obtener información esencial sobre estas sustancias.
  • Se requiere la identificación de riesgos (fijos y móviles) y de los recursos disponibles para dar tratamiento a las personas expuestas que sufran quemaduras corrosivas o térmicas y que necesiten soporte ventilatorio.
  • Puede ser necesario mantener a un número de personas expuestas bajo observación durante uno o dos días, aún sin presentar síntomas.

Lo antes señalado hace suponer que las acciones de respuesta médica en este tipo de accidentes, tienen características especiales. Es indispensable contar con información precisa y actualizada sobre la forma de actuación, limitación de las áreas, evacuación, tratamiento de las intoxicaciones y toda otra información que garantice el éxito de la intervención. La mayor parte del personal médico y de enfermería está adiestrado para el tratamiento y la recuperación de pacientes intoxicados bajo circunstancias normales, no para casos que ponen en peligro su propia vida a consecuencia de una contaminación producida por accidentes químicos.

Los accidentes químicos o emergencias de este tipo, se enmarcan dentro de los siniestros que ocasionan víctimas en masa. Generalmente estas van a recibir atención médica en los hospitales, lo cual demanda que las instituciones se encuentren lo suficientemente preparadas para enfrentar estos súbitos eventos. Para ello, se deben concebir planes que dirijan todos sus recursos, funciones y servicios a la atención de pacientes intoxicados, lo que presupone asumir un enfoque sistémico. Por otro lado, los planes, deben tener en cuenta la evolución de las etapas y las fases del ciclo de reducción de riesgos de desastres, establecidas en la Directiva 1 del año 2010 del Presidente del Consejo de Defensa Nacional para la planificación, organización y preparación del país para situaciones de desastres.

Concebir la recepción masiva de las víctimas intoxicadas en las instituciones hospitalarias se contextualiza a cada hospital, pero se ha de tener claro, en qué medida se cumplirán las funciones de recepción, estabilización, descontaminación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las víctimas.

En consonancia con lo antes expuesto, se han realizado investigaciones teóricas y prácticas desde el año 2005 hasta el 2017, que serán socializadas de forma secuencial en este órgano de difusión. Tendrán como objeto de estudio, la recepción masiva de intoxicados en los hospitales, de estimado valor tanto para el personal médico y de enfermería, como para directivos en salud participantes en el proceso. El estudio de los fundamentos teóricos que la sustentan han permitido concebirla como un sistema, vista con un enfoque holístico y para su implementación en la práctica, también como una secuencia de acciones generales y específicas que conforman, en su conjunto, una concepción teórico-metodológica.

Introducir este tema en la comunidad científica permitirá concientizar al personal que labora en la salud, desde sus directivos hasta los asistenciales, a prestar especial atención a la preparación de las instituciones hospitalarias y de su personal, para hacer frente a los siniestros con víctimas en masa de causa tóxica, tema tan escasamente abordado en la enseñanza actual de pregrado y de posgrado.

 

Haydeé Rodríguez Lora

Universidad de Ciencias Médicas de las FAR

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