De la Historia
Sanidad militar rebelde en la campaña de Las Villas, r epercusión militar y político-social
The military health of the rebel army during the Las Villas Campaign, military political and social repercussions
Ibett Muñoz Ruiz1*
https://orcid.org/0009-0006-1948-8482
José
Ramón Ruiz Hernández1
https://orcid.org/0000-0001-9183-8877
1Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Villa Clara, Cuba.
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: ibetmr@infomed.sld.cu
Este artículo aborda el origen y desarrollo de la sanidad militar del Ejército Rebelde, durante la lucha guerrillera en el territorio de la antigua provincia Las Villas; aspecto poco estudiado hasta el momento. Su objetivo es valorar la repercusión militar, política y social de la sanidad militar del Ejército Rebelde en la antigua provincia de Las Villas, durante la última guerra de liberación nacional. Se sistematizó la organización de la sanidad militar del Ejército Rebelde, información dispersa e inconclusa en la historiografía. Se demostró la capacidad organizativa de este ejército y la validez de la estrategia de Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara, que cumplió con creces sus objetivos político-sociales y con sus principios de sanidad. Sentó las bases del futuro desarrollo del sistema de salud en zonas rurales del territorio central de Cuba.
Palabras clave: medicina militar; medicina social; salud rural.
This article deals with the origin and development of the military health of the Rebel Army during the guerrilla struggle in the territory of the former province Las Villas; aspect little studied so far. Its objective is to assess the military, political and social repercussion of the Military Health of the Rebel Army in the former province of Las Villas during the last war of national liberation. The organization of the Military Health of the Rebel Army during the Las Villas Campaign was systematized, scattered and inconclusive information in the historiography. The organizational capacity of this army and the validity of the strategy of Camilo Cienfuegos and Ernesto Guevara were demonstrated. This strategy more than fulfilled its political-social objectives and with its health principles, it laid the foundations for the future development of the health system in rural areas of the central territory of Cuba.
Keywords: military medicine; social medicine; rural health.
Recibido: 27/08/2024
Aprobado:
08/02/2025
INTRODUCCIÓN
Entre lo más trascendente de la última guerra por la liberación nacional en Cuba (1956-1959) se encuentra la campaña de las Villas; es una de esas hazañas que al paso del tiempo se convierten en leyendas. Su dimensión no fue solo político-militar, pues en su alcance social está contenido el impacto que tuvo la sanidad militar rebelde. La invasión contó con un guerrillero-médico (Ernesto Guevara) como jefe superior, y el funcionamiento de la sanidad militar constituye uno de los aspectos relevantes de la estrategia guerrillera.
La organización de la sanidad militar del Ejército Rebelde durante esa campaña es un tema poco divulgado, sin embargo, por su trascendencia, forma parte de la huella de los comandantes guerrilleros Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara (Che) en la región central cubana.
La estrategia aplicada se convirtió en una magistral lección en los aspectos táctico-militares y su aseguramiento logístico. La eficacia rebasó los límites de la guerra liberadora, cuando muchos de sus elementos fueron incluidos en la organización administra tiva al triunfar la Revolución.(1)
El objetivo del presente trabajo es valorar la repercusión militar, política y social de la sanidad militar del Ejército Rebelde en la antigua provincia de Las Villas, durante la última guerra de liberación nacional.
DESARROLLO
La sanidad en la guerrilla desempeñó un papel primordial, pues heredó los aleccionadores pasajes de la organización sanitaria mambisa y dejó para la posteridad su eficiencia con valiosos aportes. En el caso de Las Villas, la sanidad no fue concebida como la realización de consultas, atención y de respuesta rápida a situaciones de urgencia, sino como un sistema de aseguramiento médico. El funcionamiento de la sanidad militar fue reforzado con la llegada de las fuerzas invasoras y varias figuras se destacaron en la atención médica guerrillera en la zona del Escambray, desde antes de la llegada de la invasión.(1)
Entre los años 1957 y 1958 esas montañas fueron escenario del trabajo de médicos, combatientes de la clandestinidad. Inicialmente, las guerrillas se encontraban en constante movimiento y no existía unidad de mando, motivo por el cual los profesionales de la salud atendían a los heridos en las zonas de combate y a la vez prestaban atención a la población campesina. Con el perfeccionamiento de la sanidad se crearon hospitales de campaña, como El Mamey, en el territorio del II Frente (Directorio Revolucionario), en el que prestaba asistencia médica el doctor Benito Pérez Maza; y Dos Arroyos, atendido por el doctor Humberto Castelló Aldanás. En ambas zonas, los médicos atendían a los lugareños y se movían hasta sitios alejados.
En varias ocasiones fue cuestionado el trabajo de los médicos revolucionarios, teniendo en cuenta la rapidez con la que llegaran hasta donde estaban los campesinos enfermos, o los heridos en combate.(2)
Cuando Ernesto Guevara arribó a Las Villas, trajo la experiencia organizativa de la guerra en la Sierra Maestra, y la puso en práctica en el centro de Cuba. Camilo Cienfuegos hizo lo mismo en el frente norte. Por ello, en ambas zonas, se creó una base material para la permanencia de las tropas por un tiempo prolongado, pues según la concepción guerrillera, la guerra debía durar varios meses; y aunque no fue así, esa base material se conformó.
En el diseño de la táctica militar, la asistencia médica siempre desempeñó un papel primordial y la atención al herido incluía también el aspecto psicológico. Por otra parte, los recursos médicos que llegaban a la guerrilla, generalmente, se mantuvieron en manos de un personal estable. Además, en los hospitales laboraban algunos médicos y otros acompañaban a la tropa para atender a los lesionados en los combates. La población rural siempre recibió beneficios de la atención médica de estas dos formas.(3)
El mérito de la asistencia médica no solo radicó en la respuesta a los padecimientos o enfermedades, sino en aprovechar el papel de los profesionales en su amplio alcance salubrista. Ernesto Guevara impulsó y aplicó su concepción de la función del médico con un enfoque social, no meramente asistencial.
"…El trabajo es… el organizar la salud pública de tal manera que sirva para dar asistencia al mayor número posible de personas, y sirva para prevenir todo lo previsible en cuanto a enfermedades, y para orientar al pueblo."(4)
Durante la ofensiva en Las Villas, el tiempo fue menor del planificado y algunas edificaciones de campaña no se concluyeron, como fue el caso de Caballete de Casa. En cada lugar de asentamiento permanente de la guerrilla, existían hospitales de campaña: Gavilanes, Caballete de Casa y Manaca Ranzola. En estos escenarios montañosos se establecieron los rebeldes, tras su llegada en octubre de 1958 al lomerío del centro de Cuba. En Gavilanes, se atendieron los heridos de las primeras acciones combativas.(5)
En la zona de Manaca Ranzola, el Che apreció que las características del lugar eran idóneas para crear un campamento permanente y organizó una infraestructura que le permitía la continuación de la guerra irregular. Desde los primeros días de noviembre de 1958, comenzó a radicar en ese sitio la comandancia del frente de Las Villas. Allí se establecieron los suministros, el taller, la posta médica y una casa de comunicaciones, que enlazaba telefónicamente la comandancia con los otros dos campamentos.
Cuando el Che llegó a esta zona, ya en el sitio había un campamento del Movimiento 26 de julio; ordenó a Olo Pantoja, que se encargara de esas tropas, pues era un punto estratégico dentro de la serranía, que además, fue utilizado en las gestas independentistas y las luchas contra Gerardo Machado.(5)
El campamento de Caballete de Casa se edificó escalonadamente a lo largo de la falda de la montaña, en una extensión de unos 2000 metros y después, funcionó como escuela de reclutas, junto con los otros campamentos; Gavilanes, como una capitanía y Manaca Ranzola, como la comandancia del Frente Las Villas. Para la organización de una red asistencial en las zonas rebeldes, se requirió también de un sistema logístico que almacenaba y distribuía los recursos necesarios, e involucraba a más trabajadores de la medicina.(5)
En la región norte de Las Villas, antes de la llegada de Camilo Cienfuegos, las guerrillas tenían un carácter más nómada, así como la atención médica; por ello, inicialmente, no se crearon hospitales. Luego, con la llegada del doctor Manuel Bravo Yañez, enviado por el Partido Socialista Popular (PSP) se organizó un hospital de campaña en la zona de Jobo Rosado. La labor de este galeno, según testimonios, fue eficaz en varios aspectos: "Esta actividad profesional nos permitió llevar a cada hogar el mensaje revolucionario…el plan de atención a la población civil resultó un éxito." En la zona de Montalvo se ubicó otro lugar de atención sanitaria, allí laboraban: "Un médico, un estudiante de Medicina, otro guerrillero que hacía las funciones de enfermero y una sanitaria, atendían un pequeño hospital."(6)
Camilo Cienfuegos acampó en Jobo Rosado, campamento de la guerrilla del PSP, dirigida por Félix Torres González; luego estableció su campamento en los montes de Juan Francisco, a menos de 1 km del poblado del mismo nombre y a 8 km del oeste de Yaguajay. Este último campamento contenía varias edificaciones: Hospital, planta eléctrica, la comandancia (la casa de un campesino), refugio y un pozo de agua potable. Fue el último campamento guerrillero de la zona, establecido en octubre de 1958, después que la Columna No. 2 "Antonio Maceo" concluyera la invasión. Desde allí, Camilo Cienfuegos hacía contactos con Jobo Rosado y Alicante, donde radicaba el destacamento "Marcelo Salado", del Movimiento 26 de Julio.(7)
Antes de su encuentro con el Che Guevara en la región central, Camilo Cienfuegos desempeñó una magistral labor militar y político-ideológica. Para la llegada del Che, deseaba entregar un territorio bien organizado, pues su columna llegó el 7 de octubre de 1958, nueve días antes del arribo de la Columna No. 8 "Ciro Redondo", comandada por el Che. Camilo concibió y ejecutó un plan que contenía aspectos de rápida ejecución:
1. Estructurar el servicio de información.
2. Organizar el abastecimiento de toda la tropa; incluía a la población campesina y la recaudación de impuestos.
3. Organizar hospitales para la atención de heridos y enfermos, tanto de la tropa como de la población campesina.
4. Organizar la propaganda revolucionaria.(7)
Por otra parte, durante las principales batallas desarrolladas en la campaña de Las Villas, se organizaron hospitales en las zonas cercanas a las acciones militares y en los pueblos liberados. Se llegó incluso a tener un hospital móvil, con todo el equipamiento e instrumental para realizar procedimientos quirúrgicos. Una visión clara de la estrategia seguida en este sentido, fue la organización de los servicios médicos durante las batallas de Yaguajay y Santa Clara.
En Yaguajay se contó con todos los recursos de salud existentes en el poblado, ya fueran públicos o privados. Esto fue esencial en la atención adecuada a los heridos de ambos contendientes y de igual forma, se socorría a civiles o militares. Esa conducta inclusiva de la medicina militar revolucionaria, constituye uno de los elementos éticos más valiosos. Los heridos ocasionados al ejército enemigo, entre el 21 y el 24 de diciembre se evacuaron al hospital de Yaguajay, y quienes resultaron heridos del 24 al 31 de diciembre, permanecieron en el cuartel. Cuando las tropas rebeldes iniciaron el cerco sobre Yaguajay, el comandante Félix Torres González instaló su puesto médico en un pequeño monte, 2 km al este de Yaguajay, bajo la atención del médico, capitán Manuel Bravo Yañez y de la combatiente Paulina Arzola. Este puesto funcionó hasta el día de la liberación del poblado de Yaguajay.(8)
El mando rebelde decidió instalar sus servicios médicos, a partir del 22 de diciembre, en el hospital municipal "Martín Marrero", ubicado en el extremo oeste de Yaguajay. El capitán médico Sergio del Valle Jiménez previó una numerosa afluencia de heridos, por lo que ordenó ocupar a su vez el dispensario de la ONDI (Organización Nacional de Dispensarios Infantiles), ubicado a unos 100 metros de distancia del hospital, el cual se estableció como reserva del puesto médico general.(8)
En la batalla de Santa Clara, el cuartel general de las fuerzas revolucionarias radicó en la Universidad Central de Las Villas (UCLV). Allí se organizó un hospital de campaña, al frente del cual estaba el comandante médico Oscar Fernández Mell. En Camajuaní, se establecieron, por instrucciones del doctor Osvaldo Fernández López, un hospital de sangre en la Sociedad Colonia Española y otro en la clínica privada. También se programaron donaciones de sangre; en la medida que las tropas rebeldes avanzaron, el hospital de la UCLV y sus médicos se establecieron en la Clínica Médico Quirúrgica ya dentro de la ciudad de Santa Clara. Muchos trabajadores del sector de la salud, tanto en el hospital San Juan de Dios, como de las clínicas existentes, prestaron atención médica durante la batalla.(9)
De los médicos que participaron en la organización de la sanidad militar del Ejército Rebelde en esta etapa, unos eran oriundos del territorio actual de Villa Clara, otros vinieron en la invasión desde Oriente, y otros se incorporaron a la guerrilla, procedentes de la La Habana, de Sancti Spíritus o Cienfuegos. Dentro de los médicos guerrilleros o de la lucha clandestina, hubo profesionales que después del triunfo revolucionario tuvieron un vínculo especial con Villa Clara, como Guillermo Rodríguez del Pozo, Pedro Orlando Fernández Adán, Serafín Ruiz de Zárate Ruiz y Juan M. Diego Cobelo, entre otros.(10)
La sanidad militar en la campaña de Las Villas demostró su efectividad, así como el de uno sus componentes más valiosos: La concepción de una medicina social e inclusiva. Permitió sentar las bases del servicio médico rural y forjó profesionales como futuros cuadros del sistema de salud revolucionario.(11)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Suárez Pérez E. Médicos de la guerrilla. Testimonios 1956-1958. La Habana: Editorial Oficina de publicaciones del Consejo de Estado; 2014.
2. López Isla ML. Camilo, soldado del Escambray. Sancti Spíritus: Ediciones Luminaria; 2004.
3. Espinosa Martín R. Después de Palacio Guerra en el Escambray. La Habana: Editorial Verde Olivo; 2010.
4. Che Guevara E. Discurso en el acto de inauguración del curso de adoctrinamiento organizado por el Ministerio de Salud Pública el 20 de agosto de 1960. Obras. 1957-1967. La Habana: Casa de las Américas; 1970.
5. Camellón JL. Los campamentos del Che en el Escambray [Internet]. Escambray. Historia; 2018. [acceso: 19/05/2023]. Disponible en: https://www.escambray.cu/2018/__trashed-28/
6. Díaz Martínez F. Camilo por los montes surcados. Santiago de Cuba: Editorial Oriente; 1989.
7. Chaviano Fundora Julio. La lucha en Las Villas. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales; 1990.
8. Besánguiz Legarreta G, Quintero Fernández O. Camilo en la batalla de Yaguajay. La Habana: Editora Política; 2004.
9. Colectivo de Autores. Síntesis Histórica Municipal: Santa Clara. La Habana: Editora Historia; 2010.
10. Colectivo de Autores. Síntesis Histórica Provincial: Villa Clara. La Habana: Editora Historia; 2010.
11. Portuondo Pajón M, Ramírez García R. Historia de Cuba 1492-2005. Selección de Artículos y documentos. Tomo II. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2008.
Conflictos de interés
Los autores declaran que no existen conflictos de interés.
Información financiera
Los autores declaran que no hubo subvenciones involucradas en este trabajo.
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